La suspensión de las clases presenciales ha cogido el profesorado universitario a contrapié, que debe abordar la virtualización de la enseñanza en tiempo récord.
El diseño pedagógico permite desarrollar esta transformación, velando por la calidad de los procesos educativos. También, hay a disposición múltiples herramientas para llevarla a cabo.
La suspensión repentina de las clases presenciales en las universidades de todo el país está suponiendo para el profesorado tener que afrontar el reto de virtualizar la enseñanza desde ahora hasta el final del curso. A menudo sin muchas instrucciones, con un apoyo genérico, y descifrando la información altamente técnica y fuera de contexto que podamos recibir de las redes, nos hemos tenido que poner manos a la obra para adaptar la docencia en tiempo récord. Los y las estudiantes, en el otro lado, también están haciendo esfuerzos ya que la enseñanza a distancia requiere una capacidad de autorregulación que la presencialidad no requiere. Estamos, pues, en un escenario que nos pone a prueba.
Después de unos días inmerso en esta tarea, he decidido escribir este post donde comparto, de manera muy resumida, todo lo que estoy haciendo personalmente en asignaturas del grado de Pedagogía de la Universitat de Barcelona (UB). Espero que sea de utilidad para la docencia en la universidad.
Diseño pedagógico
En el campus virtual (Moodle) creo unidades que cubran los temas del plan docente. Si el plan docente de la asignatura tiene 5 temas o bloques de contenido, pues hago 5 unidades. Cada unidad tiene clasificados con etiquetas de Moodle (títulos) los siguientes elementos:
● Materiales docentes que cubren los contenidos de aprendizaje. Pueden estar en varios formatos: artículos en pdf, enlaces a artículos de periódico, vídeos, diapositivas, fragmentos de capítulos de libro, noticias, entre otros.
● Actividad/es para trabajar los contenidos: Cada una tiene forma de un documento pdf descargable con unas instrucciones o indicaciones sobre cómo llevarla a cabo. Tiene una introducción que explica qué hacer (objetivos), la metodología (el proceso que se seguirá), las herramientas tecnológicas que se utilizarán, cuánto tiempo durará (el inicio y el fin), como se evaluará y con qué criterios (normalmente en una rúbrica de evaluación en otro documento descargable), concretando las características de las entregas (extensión, formato, etc.), y el plazo y la forma para librarlo (tipo de archivo y espacio donde hacer la entrega).
Es recomendable que las actividades sean aplicadas, grupales y/o individuales, que estén conectadas con los contenidos y con la realidad (que sean significativas), que partan de conocimientos previos, que tengan modelos de ejemplo y andamiajes, y que el estudiante tenga que aplicar en algún contexto (siguiendo los principios de diseño pedagógico de David Merrill ). En este enlace hay un documento sintético muy útil creado por el Equipo de Procesos de Aprendizaje de la eLearn Center de la UOC con orientaciones sobre qué tipo de actividades se pueden diseñar.
Otra opción para trabajar un tema concreto puede ser crear una webquest, que es una actividad pautada en línea, basada en la indagación de recursos de Internet para la construcción colaborativa de conocimiento (ejemplo de actividad webquest). Se pueden buscar webquests existentes y crear webquests propias de forma gratuita registrándose en el portal webquest UB: webquest.ub.edu (NOTA: En estos momentos, parece que este portal ha dejado de funcionar. El servidor está caído. Esperemos vuelva a estar operativo en breve).
Para que los estudiantes puedan realizar las actividades, las herramientas de la nube son interesantes para hacer tanto trabajos grupales como individuales. En la UB disponemos del espacio Onedrive y los programas de Microsoft office 365 (si sois de la comunidad UB aquí tenéis el enlace), de funcionamiento similar a las herramientas de Google . Si no se dispone de estos recursos, hay herramientas abiertas y gratuitas como LibreOffice .
Las unidades deben estar repartidas en el calendario, y deben tener una fecha de inicio y de final. Su duración debe estar bien pensada, teniendo en cuenta el volumen de trabajo que supone. Es bueno indicar el tiempo aproximado de realización de cada actividad.
Comunicación
Debido a la virtualidad, es necesario que el estudiante perciba la presencia docente. Cuando se abre una actividad, hay que colgar un mensaje en el foro de avisos (de Moodle) para que todo el mundo se entere. En este mensaje, se debería dar un mínimo de información diciendo cuando empieza y cuando termina la actividad, donde se encuentran los materiales necesarios y establecer las herramientas a utilizar y los canales de comunicación necesarios. Cuando se acerque la fecha de cierre, también es positivo colgar un mensaje de aviso.
Se recomienda abrir un foro de dudas donde pueden colgar mensajes sobre cuestiones relativas a las actividades. Las dudas pueden ser respondidas por mí o por cualquier otro/a estudiante que sepa la respuesta. Saber que tienen este canal aparte de mi correo electrónico, puede favorecer la presencia docente. Basta con comunicarse cuando sea necesario, no de forma continuada.
Vídeos tipo screencast
Hago vídeos cortos explicativos de tipo screencast. Son vídeos que permiten grabar la pantalla del ordenador para mostrar qué se hace. Por ejemplo, para introducir los documentos de cada actividades, así como para archivos con diapositivas, o cualquier otro material o procedimiento. Así, se muestra cómo el cursor señala, selecciona y/o hace clic en cada momento, guiando la atención del estudiante. Es mucho mejor que grabarse a uno mismo explicando (el busto parlante). Como usuario de Mac, utilizo el programa Quicktime. Permite la grabación de la pantalla, de ventanas o de la selección de la pantalla que queramos, destaca los clics del ratón y permite exportar el vídeo a la resolución deseada. También está el programa OBS Studio (software libre) para PC, Mac y Linux.
Los vídeos deben ser cortos, alrededor de 5 minutos. Mejor hacer un video para cada cosa, es decir, uno para introducir la actividad, otro para hacer un repaso a diapositivas y, si hay muchas, se puede dividir cada pieza audiovisual en partes. Así es más fácil referenciar los conceptos y son más fáciles de encontrar por parte de los estudiantes.
Sincronía-asincronía
Los vídeos los cuelgo en el campus virtual y pueden ser consultados por los y las estudiantes cuando les vaya bien. Desde Moodle, quedan incrustados para ser visualizados en forma de streaming y no es necesario que se descarguen. La asincronía permite adaptarse a los ritmos de cada uno, sobre todo teniendo en cuenta que no sabemos las casuísticas de todo el mundo de cara a hacer conexiones síncronas. Por ejemplo, que no se disponga de un espacio adecuado desde donde poder conectarse, por ruido, por falta de conexión adecuada para videoconferencias, o falta de equipo como webcam o micro. ¡No se debe confundir virtualidad con sincronía!
La videoconferencia la reservo para cuando la conversación instantánea se hace necesaria, y esto es normalmente por la tutorización de trabajos de asignatura, TFG, etc. También puede ser interesante para clases con pocos estudiantes de tipo seminario. En la UB tenemos la posibilidad de hacer sesiones síncronas con Bbcollaborate a través del mismo Moodle. Para asignaturas con muchos estudiantes, se pueden hacer videoconferencias con la mitad de la clase un día, y con la otra mitad otro día (tipo webinar).
La evaluación de los aprendizajes
La evaluación debe ser clara. Una forma de hacerlo es facilitar una rúbrica de evaluaciónpara cada actividad. Las rúbricas deben incluir los criterios de evaluación, su valor porcentual y todas las posibles ejecuciones (ver ejemplo). Las rúbricas se ponen a disposición de los y las estudiantes desde el primer día y de esta forma ven qué se contempla como un buen trabajo y como un mal trabajo.
Para la elaboración de rúbricas, se recomienda establecer primero los criterios y que sean suficientes como para evaluar la ejecución del estudiante. Se describe cuál sería una realización excelente, y se copia el redactado en las otras calificaciones (por ejemplo, notable, aprobado, suspendido), adaptándolo como corresponda. Sólo hay que ir cambiando los adjetivos y los adverbios. Así, hay una clara gradación de las posibles realizaciones. Aunque la evaluación tiene una parte subjetiva, el uso de rúbricas puede promover más consistencia también a la hora de calificar.
Es fundamental seguir haciendo comentarios de retroalimentación (feedback) así como se hace (o debería hacer) en la enseñanza presencial. De esta manera ven donde se han equivocado, qué han hecho bien y ven que lo que han hecho se lo ha mirado alguien. En algún caso, he pedido que entreguen sus trabajos grupales como archivo adjunto en un mensaje de foro de Moodle, en vez de hacer la entrega privada en una “tarea” de Moodle. Así, el resto de grupos pueden también revisarlo y aprender. Esto tiene sentido en aquellos trabajos donde se reparten tareas entre diferentes grupos y luego ponen en común lo trabajado. En este foro les puedo dar feedback de forma pública, destacando brevemente los puntos fuertes y los elementos mejorables, siempre partiendo de los criterios evaluados en la rúbrica.
El uso de ejercicios y de cuestionarios autocorrectivos puede ser indicado para la memorización de conceptos y para la evaluación de la comprensión de procedimientos. Se pueden hacer mediante los cuestionarios de Moodle. Crear una lección de Moodle puede ser indicado para enseñar conjuntos bien definidos de contenido. Con el archiconocido programa JClic (gratuito) se pueden hacer actividades de ejercitación y práctica, y con el programa eXeLearning (gratuito) se pueden hacer secuencias didácticas en línea para presentar contenidos y luego añadir actividades interactivas, tal y como permiten las lecciones de Moodle. Las secuencias de eXeLearning luego se pueden exportar como paquetes SCORM para ser insertados en Moodle, pero recomiendo primero hacer alguna prueba porque a veces, al ser incrustado en Moodle, se desconfigura la apariencia y puede que no se visualice bien.
No es trabajo en vano
Toda esta transformación es trabajo voluntarioso y que requiere mucho esfuerzo por nuestra parte. Por otro lado, pienso que todo lo que podamos hacer ahora serán aprendizajes valiosos para nuestro conocimiento pedagógico y lo podremos aprovechar en los próximos cursos. No sólo para los estudiantes de evaluación única, sino también para la evaluación continua de la enseñanza presencial, para estructurarla de forma más clara. Si se aprovechan estos elementos didácticos de la enseñanza virtual, sin duda estaremos mejorando parte de la enseñanza presencial.