Los chatbots educativos como compañeros cognitivos

Los chatbots educativos pueden estar presentes en LMS o dispositivos personales funcionando como un compañero tutor. Implica una cognición distribuida entre estudiante y bot.

Descargan a docentes y estudiantes de tareas cognitivas básicas y pesadas para que puedan centrarse en actividades de pensamiento crítico, creatividad y de seguimiento del aprendizaje.

Robot

Durante los años 80 y 90, desde el campo de la tecnología educativa se estableció la siguiente dicotomía sobre la tecnología y el aprendizaje: aprender de la tecnología y aprender con la tecnología. ¿Dónde situamos los chatbots educativos en educación? Vamos a ver si podemos dar una respuesta.

La primera postura, aprender de la tecnología, es aquella visión donde la tecnología ejerce el rol de tutora. Es la tradición skinneriana de las máquinas de enseñar que funcionan como entornos cerrados donde se dan estímulos a los aprendices para que den respuestas concretas. Se adapta la secuencia didáctica en función del ritmo y de los logros del estudiante, buscando precisamente la personalización del aprendizaje. Éste último no se entiende como algo construido sino como el producto de una secuencia de preguntas y respuestas sobre un dominio limitado de conocimiento y de ejercitación de procesos evaluados durante la actividad. Es una orientación conductista, es decir, que influye el comportamiento del aprendiz, y cognitivista, que tiene en cuenta cómo funciona el procesamiento de información en la mente del aprendiz. Normalmente, cuando se habla de esta postura, la tecnología que lo encarna mejor son los programas de Enseñanza Asistida por Ordenador (CAI) y los Sistemas Tutoriales Inteligentes (ITS).

Learning machine, B. F. Skinner, 1957
Máquina de enseñar de B. F.  Skinner de 1957. Silly rabbit [CC BY 3.0]

La segunda postura, el aprender con la tecnología, hace hincapié en la utilización de herramientas digitales por parte del estudiante para facilitar la construcción de conocimiento. No se trata de la tecnología entendida como un entorno inteligente donde “se está” dentro, sino como una herramienta no inteligente que, al usarla, amplifica nuestras capacidades de actividad humana. Descarga procesos cognitivos básicos como la memoria, facilita procesos de recuperación de información, de cálculo y/o de visualización de la información. A su vez, reorganiza esta actividad humana, haciéndola más eficiente y sostenible. Por poner un ejemplo, un conjunto de herramientas digitales como la suite de Google apps permite que un grupo de estudiantes puedan estar editando un mismo documento sincrónicamente. O que cuando se hace una consulta en el buscador, se pueda marcarla y almacenarla para recuperarla más adelante, o editarla y transformarla en otros formatos. Se trata de una postura que, a diferencia de la primera, empodera al estudiante como responsable principal de su aprendizaje. Es marcadamente (socio)constructivista y construccionista (recordemos el LOGO de Papert ), y por qué no, conectivista (por ejemplo, cuando se utiliza un PLE).

Seymour Papert
Seymour Papert en 1987. Shen-montpellier [CC BY-SA 4.0]

Actualmente ha entrado en escena la tecnología que integra determinadas capas de inteligencia artificial (IA). Un buen y ejemplo son los chatbots, como los que vemos en aplicaciones de móvil de bancos, o incluso en una marca de ropa. Su integración se usa para la atención al público, para responder a preguntas frecuentes las 24h del día, los 7 días a la semana. Son populares porque se basan en la conversación humana (con procesamiento de lenguaje natural) mediante una interfaz de chat (como Whatsapp o Telegram). En educación se está explorando su uso por razones de eficiencia pero también por el potencial de acompañamiento.

En 2018 publicamos este informe del eLearn Center de la UOC donde se identifican varias tipologías y posibles usos de los bots de conversación (chatbots) en educación. Están los que tienen funcionalidades de atención administrativa (y FAQs) y los que tienen una funcionalidad explícitamente educativa. En este último grupo están los que sirven de ejercitación y práctica para aprender procedimientos y aquellos que pueden funcionar como tutores de apoyo y acompañamiento. A éstos últimos se les puede llamar chatbots educativos.

En principio, dentro de la dicotomía del aprender de o el aprender con la tecnología, se encontrarían en el primer grupo, pero no es tan sencillo. Los chatbots educativos que funcionan como tutores son programas que presentan un grado de apertura. Es decir, ya no son un entorno cerrado como los ITS, que funcionan en base a secuencias didácticas basadas en la presentación de información y la realización de ejercicios con apoyo tutorial. Los chatbots educativos pueden estar presentes en entornos abiertos, no secuenciales -por ejemplo, incrustados en un LMS, o en apps de smartphone- funcionando como compañero tutor. Implica una cognición distribuida entre estudiante y bot.

chatbots educativos

La Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) de Vygotsky, es un concepto que explica cómo el aprendiz pasa de un nivel inicial de conocimiento a un nivel superior gracias a los andamiajes que pone un experto humano. Ahora, quien pone los andamiajes de experto podría ser un chatbot educativo que actúa de ayuda cognitiva. El chatbot educativo que acompaña en tareas de aprendizaje facilita información relevante, orienta en las respuestas y proporciona retroalimentación en lo que hace bien y en lo que no está entendiendo. Aquí el bot funciona como una herramienta de pensamiento o cognitiva. Ésta se incorpora en la caja de herramientas educativas que nos amplían la capacidad cognitiva y contribuye a reorganizar la manera de aprender, distribuyendo la cognición entre la persona y la máquina. Esta situación es aprender con la tecnología. Quizás no es una disrupción de la actividad educativa pero es un cambio significativo.

Bienvenida sea la irrupción de los chatbots educativos, entre otras aplicaciones que integran IA, si descargan a docentes y a estudiantes de tareas mentales básicas y pesadas para centrarse en actividades más críticas y creativas o de seguimiento del aprendizaje. Son nuevas posibilidades de acción que pueden combinarse bien con el Big Data, las analíticas de aprendizaje, el reconocimiento facial, etc.

En 1978, los alemanes Kraftwerk, grupo pionero de la música electrónica, hicieron la canción Die Roboter (los robots). Con una voz sintetizada y en lengua rusa, el estribillo decía “soy tu sirviente, soy tu trabajador” ( “Ya tvoy Sluga, Ya tvoy rabótnik”) y es que la tecnología robótica nos ha de hacer la vida más fácil. En educación, podrán ser nuestro compañero cognitivo para aprender, formando parte del aprender con la tecnología. Pero podría ser que la orientación fuera la del aprender de la tecnología, procurando sustituir la figura docente. Otra vez dependerá de cuál sea la visión imperante en educación.

Kraftwerk– The Robots (EDIT), 2017:

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